

Rosquillas clarisas, las que conocemos desde hace generaciones, la monjitas las han ido haciendo y perfeccionando durante muchos años y ahora por fin han abierto sus producciones al mundo exterior, para que todos podamos disfrutar de una bollería dulce exuisita, hecha con muchísimo amor, pasión por las cosas hechas y en el que sólo han intervenido las artesanas manos de las monjitas e ingredientes próximos naturales del campo. Buen provecho, te apasionarán.
Referencias específicas