Uno de los sellos de identidad marca de la casa Raza Nostra ha sido su capacidad de innovación y su contínuo empeño por dignificar el mundo cárnico, en otorgarle el valor que tiene un producto de primera necesidad hasta convertirlo en un objeto de culto para gastrónomos.
Fue de los primeros comercios cárnicos en que se otorgó la importancia debida a las carnes certificadas con Indicación Geográfica Protegida, o en desmitificar el concepto tradicional de la hamburguesa hasta convertirla en un artículo con personalidad propia.
Pero al mismo tiempo que reivindicaba el contenido, la carne, ha revolucionado el continente, la carnicería, hacia un modelo inédito en el comercio del producto fresco, donde el cliente tiene a la vista y sin velos tanto el escaparate final como el backstage, las cámaras de maduración de la carne.
Un concepto abierto que convierte el espacio de Raza Nostra en un showroom cárnico único y completo, una suerte de aula de interpretación de la carne donde comprender el proceso de maduración del vacuno, cuán necesario es para disfrutar de un buen pedazo de carne, cuáles son las razas más relevantes, qué cortes son los más suculentos o qué piezas nos darán el mejor de los resultados culinarios en según qué recetas. Porque aquí la puesta en escena y el diálogo entre el maestro carnicero y cliente van de la mano, es la plasmación de que modernidad y valores tradicionales de un mercado clásico (confianza, cercanía y profesionalidad) juegan en la misma liga.
Mercado de Chamartín siempre ha sido un paraíso de los amantes de la carne y la apertura de las nuevas instalaciones de Raza Nostra es la constatación de que es un universaro alimentario más vivo que nunca.
El visitante podrá escrutar el proceso de envejecimiento en las dos cámaras de maduración acristaladas donde podrá visualizar la maduración en seco (en la que los cortes se conservan a temperatura y humedad controladas sin ningún tipo de envasado al vacío, con un afinamiento apropiado hasta alcanzar su justo punto de terneza y jugosidad, la tendencia más demanda por los especialistas de la alta gastronomía). Una de las cámaras de maduración está dedicada exclusivamente a presentar cada mes una raza de vacuno, con una cuidada escenificación de sus características. Primero fue la raza Sayaguesa, a la que ha seguido la Rubia Gallega, y la próxima…
Pero el proyecto de carnicería abierta no se detiene aquí, en breve Raza Nostra ofrecerá la posibilidad de degustar in situ las excelencias de las mejores carnes del mundo y la visualización de la elaboración de sus especialidades cárnicas. Un mundo de sorpresas para los aficionados carnívoros y para todos los que muestran inquietud en saber más de lo que comen.
Pasen y vean, pues todo está la vista.