Acostumbrate a este nombre: Ramoncitos, pues va a llenar de dulzura tus desayunos, meriendas y tentempiés.
Mercado de Chamartín se actualiza cada día, y añadimos a nuestro catálogo de comercios un nombre que resuena con dulzura y tradición: Ramoncitos. Esta empresa familiar no es solo un puesto más dentro del mercado; es el cumplimiento de un sueño, el sueño de José Ramón, conocido cariñosamente como Ramón. Su viaje comenzó en el año 2000 cuando llegó a España desde la República Dominicana, cargado de aspiraciones y un profundo deseo de progresar lejos de su tierra natal.
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El origen de Ramoncitos
Su aventura en la pastelería comenzó en un conocido obrador en Colmenar Viejo, Madrid, donde su pasión por el arte del dulce comenzó a tomar forma. Aunque ya experimentaba con recetas en su país, fue en España donde su talento floreció bajo la tutela de pasteleros expertos. Ramón se dedicó a aprender y perfeccionar el oficio, innovando constantemente en la elaboración de bollería y pastelería.
El año 2007 marcó un antes y un después para Ramón. La crisis económica estalló, pero fue también el momento en que, junto a sus compañeros, perfeccionó la elaboración de un producto que pronto se convertiría en un ícono: el mini-croissant, más conocido por una denominación que todos tenemos en mente. Este no era un mini-croissant cualquiera; Ramón desarrolló un método único de cocción y creó un jarabe especial que, al impregnar cada pieza, resaltaba el irresistible sabor a mantequilla. Este innovador producto comenzó a ganar popularidad rápidamente, convirtiéndose en uno de los favoritos de la capital.
Después de años de ser una pieza clave en el crecimiento de su antiguo empleador, el 2017 fue el año en que Ramón, junto con sus hijos, decidió emprender su propia aventura. Así nació Ramoncitos, un tributo a su creador y una promesa de calidad y tradición. Este nuevo comienzo fue el cumplimiento de una vida de dedicación y pasión por la pastelería.
El nacimiento de una marca propia
En Ramoncitos, cada producto es una obra de arte. Los clientes pueden esperar el mismo mini-croissant que catapultó a Ramón a la fama, ahora perfeccionado con años de experiencia y con la libertad que proporciona tener su propia empresa. Bajo su liderazgo, la familia ha continuado innovando, siempre manteniendo los estándares de calidad que los distinguen.
Hoy, Ramoncitos no solo es un nombre conocido entre los gourmets de Madrid, sino también un símbolo de cómo los sueños pueden convertirse en realidad a través del esfuerzo y la pasión. Cada mini-croissant, cada pastel y cada pieza de bollería cuenta una parte de la historia de Ramón, desde sus humildes comienzos hasta su éxito en el corazón gastronómico de Chamartín.
La acogida de Ramoncitos por parte de los clientes refleja el cariño que Ramón siempre ha puesto en su trabajo. Los visitantes del Mercado de Chamartín no solo vienen en busca de productos frescos y de calidad, sino por la experiencia única que ofrece Ramoncitos. Aquí, cada bocado es un recuerdo de que los sueños, por muy grandes que sean, pueden ser tan reales y tangibles como el sabor de un mini-croissant perfectamente cocido.
Una experiencia gastronómica en Chamartín
Ramoncitos es más que una pastelería; es un testimonio del espíritu emprendedor y de la pasión que puede cruzar océanos y transformar la vida de una familia. José Ramón, con el apoyo de sus hijos y la comunidad que lo ha acogido, sigue soñando a lo grande. Porque en Ramoncitos, cada día es una oportunidad para crear algo dulce, algo delicioso, algo memorable.
Visitar Ramoncitos en el Mercado de Chamartín no es solo hacer una compra, es participar en una historia de amor, sacrificio y dulzura que continúa escribiéndose con cada pastel que sale del horno. Y para aquellos que aún no han probado sus delicias, les espera una experiencia inolvidable. Ramoncitos no solo es una parada obligada para los amantes de la buena mesa, es un viaje gastronómico que promete deleitar los paladares y calentar los corazones.
