La papaya es una de esas frutas misteriosas que pueden estremecerte si la ves por primera vez en la frutería. Entre plátanos brillantes y algunas frutas tropicales familiares como el mango y el kiwi, allí surge, de repente, una monstruosidad gigante que parece un huevo de dinosaurio. Pero por si la apariencia exterior no es lo suficientemente extraña, echa un vistazo dentro: su interior está lleno de cientos de pequeñas semillas que parecen caviar. Quizás te genere dudas: ¿seré capaz de comerlo? Pues nada mejor que tirar de texto bíblico para poner las cosas en su lugar: “no juzgues y no seréis juzgado”. Pues una vez que has superado el primer encuentro la papaya te va sorprender gratamente.
La historia de la alimentación está repleta de encuentros de rarezas extrañamente curiosas pero sorprendentemente apetecibles que a menudo consumimos voluntariamente. Una ostra, por ejemplo, es uno de los alimentos menos atractivos de nuestro planeta, tanto por dentro como por fuera. Sin embargo, un alma valiente se arriesgó con ese pequeño y horrible crustáceo por razones que siempre serán desconocidas y aquí estamos hoy, sorbiendo ostras crudas en media concha a precio de oro.
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¿Qué es la papaya?
Para empezar, la papaya es una fruta tropical de la familia Caricaceae. Originalmente nativa de América Central y el sur de México, ahora se cultiva en muchas partes diferentes del mundo. A menudo se la conoce como un superalimento debido a la variedad única de nutrientes que tiene para ofrecer. Puede variar en tamaño, desde tan pequeña como un mango hasta tan grande como una sandía.

Al igual que con muchas frutas, su pulpa cambiará de color de verde a amarillo anaranjado a medida que se desarrolla, y el interior se volverá de un vibrante color naranja coral cuando esté completamente maduro. La papaya tiene un sabor semidulce similar al melón junto con aromas ligeramente florales y refrescantes.
La consistencia de la papaya es tierna, delicada y jugosa cuando se consume. También es apreciada por contener una poderosa enzima digestiva llamada papaína.
Beneficios para la salud
Si bien la papaya es venerada por su perfil de sabor único, también es muy respetada por los beneficios que aporta a la salud. Además de la papaína, que sirve como ayuda digestiva, esta superfruta alberga una variedad de propiedades curativas conocidas por neutralizar las células de radicales libres. Está repleta de poderosos antioxidantes y también es rica en vitaminas y minerales esenciales. Su complejo perfil de nutrientes también puede beneficiar la salud de la piel, el cabello, las uñas y los huesos, así como ayudar en la inflamación.
Cómo comprar papaya
La papaya es irresistiblemente deliciosa cuando está completamente madura, con un delicioso perfil de sabor notablemente similar al azúcar moreno y al azahar. Es una fruta que necesita tiempo para desarrollarse y poder apreciarse en su totalidad, por ello disponte a distinguir una papaya joven de una madura: es sencillo. Si el exterior es firme al tacto y de un verde vibrante, no está madura y puedes garantizar que el sabor será amargo. Sin embargo, eso no quiere decir que debas dejarla pasar. Madurar la fruta en casa siempre es una opción, y en ocasiones incluso preferible. Simplemente coloca la papaya en una bolsa de papel cerrada y déjala a temperatura ambiente durante unos días.

Para obtener resultados aún más rápidos, intenta colocar también una manzana dentro de la bolsa. La papaya debería madurar dentro de 2-3 días.
Cómo preparar papaya
Preparar una papaya es fácil una vez que entiendes su estructura. Por lo general, tiene forma de óvalo con un interior hueco que contiene numerosas semillas redondas y viscosas.
Para extraer las semillas, simplemente corta la fruta por la mitad, a lo largo. Encontrarás una gran concentración de semillas en el centro de cada pieza; simplemente usa una cuchara para desecharlas.
A continuación, retira la piel con el cuchillo. Comienza en la punta de cada pieza y corta con cuidado a lo largo de la base entre la piel y la pulpa de la fruta. También puedes usar una cuchara de melón para crear pequeñas bolas de fruta.

¿En qué puedo usarla?
La papaya es una fruta extremadamente versátil. Tú verás: jugos y batidos, sopas y purés, adobos y salsas, chutneys, ensaladas, mermeladas y una infinidad de postres…
Una vez que se han quitado la piel y las semillas, es casi fácil trabajar con la pulpa de la fruta. Se puede picar, hacer jugo, prensar o hacer puré para una variedad de aplicaciones. Su sabor suave y una textura neutra la hacen ideal para combinar con una variedad de ingredientes diferentes. Intenta unir papaya con sabores como cilantro, lima, miel, plátano, coco o arándanos. También funciona particularmente bien con texturas cremosas como requesón, leche de coco y crema batida.
Para un enfoque más simple, prueba la papaya sola como un refrigerio saludable o un sustituto del postre.

En Brasil, media papaya rociada con zumo de lima y un café es el desayuno perfecto
Gracias Pilar, eso hay que probarlo.