Como la naturaleza es sabia, en esta época del año cargada de resfriados, humedad y frío, pone a nuestra disposición todo un arsenal de lo que necesitamos en cuestión de alimentación para hacer frente al invierno.
Nos referimos, por supuesto, a los alimentos de temporada que puntuales a su cita aparecen en el Mercado de Chamartin, como las mandarinas, naranjas, kiwis, limones y otras frutas cítricas cargadas de las vitaminas necesarias para revitalizar el sistema inmunitario, o las verduras repletas de vitamina A para regenerar la piel y, por tanto, las mucosas que protegen el sistema respiratorio. Hablamos, por supuesto, de pimientos, zanahorias, tomates, calabazas…
Una buena alimentación ayuda mucho a combatir las enfermedades propias del invierno. Las verduras, incluidas en caldos, sopas, cremas y platos de legumbres, aportan toda esa ayuda. Destaca la cebolla, con un gran poder depurativo, broncodilatador y con efecto antiséptico, y el ajo, antiinflamatorio, mucolítico y expectorante. Y las posibles combinaciones de la cebolla con otros productos que fortalecerán nuestras defensas; por ejemplo una sencillísima ensalada de naranja y cebolla roja es la mejor farmacopea que puedas encontrar.
También alcachofas, acelgas y espárragos son idóneos para consumir calientes en forma de cremas o purés. Las espinacas (ricas en vitaminas K, A, B, C y E, potasio, calcio, fósforo, zinc, ácido fólico y hierro) ayudan a la respuesta del organismo frente a virus y bacterias. La zanahoria, rica en vitamina A, fortalece la inmunidad celular al evitar la acción de patógenos externos. Nuestro organismo necesita una dosis diaria de 60 mg de vitamina C. Además de en los cítricos, la encontramos en verduras como el brócoli, coliflor, coles de Bruselas, pimientos verdes y berros, muy ricos en vitamina C y sulfurafanos.
Las frutas más características del invierno son los cítricos, como las naranjas, las mandarinas y los pomelos; frutas que contienen ácido cítrico (responsable de su característico sabor ácido), que potencia la acción de la vitamina C. Esta vitamina, además de reforzar el sistema inmunitario y prevenir las infecciones, favorece la absorción del hierro de los alimentos e interviene en la formación de los huesos, los dientes, las articulaciones y los glóbulos rojos. Los cítricos también contienen aceites esenciales que podemos obtener sólo de estas frutas, porque nuestro organismo no los puede sintetizar.
El maravilloso fresón de Huelva es una de las frutas características para estos meses de invierno. Este producto es rico en vitamina C y otros fitonutrientes de alto contenido en antioxidantes, sustancias que protegen nuestro organismo.
Ya sabes, en las fruterías encontrarás todo lo necesario para combatir los rigores del invierno y sus consecuencias.