Conservas, alimentos enlatados, son un recurso en la despensa para una comida o cena express, pero ofrecen mucho más. Sácale partido pues están aquí para ayudarte.
Si nombramos a Nicolas Françoise Appert en general conseguiremos una cara de estupor general; pero, ¿y si contamos que fue el inventor del enlatado de los alimentos? Ya conseguimos atraer la curiosidad. El amigo Nicolas fue un confitero francés que en los albores del siglo XIX tuvo la genial idea de inventar un método para conservar los alimentos, preservándoles frescos durante largo tiempo embotados en un envase. Su ocurrencia le valió un premio en metálico y el reconocimiento de la administración napoleónica, que había convocado un concurso para conseguir un método de conservación que le permitiese suministrar alimentos a sus ejércitos, en plenas campañas bélicas por media Europa, sin peligro para su salud.
De aquella magnífica ocurrencia hoy se beneficia media humanidad…, y la otra media también. En los tiempos que corre no muchas personas tienen el tiempo, la energía y la paciencia necesarios para preparar todas sus comidas desde cero. Para llenar los vacíos, buscamos alimentos en conserva en el mercado, sobre todo si tenemos que ser capaces de conciliar vida laboral con la vida familiar, una ecuación cada vez más complicada de resolver.
Pero las conservas ofrecen más posibilidades que la básica: abrir y zampar. Pueden ser, y buena parte de la pléyade cocineros así lo apuntan, un ingrediente activo en la elaboración de recetas de nivel. Los alimentos enlatados pueden darnos mucho juego en nuestra cocina diaria, porque España es hoy en día uno de los grandes productores mundiales de conservas y todas ellas gozan de un gran reconocimiento mundial.
No estamos sugiriendo que renuncies a lo fresco, pero todo tiene su lugar. Tan solo te recomendamos que el comer de 10 tiene muchos caminos, y todos son positivos. Aleja los prejuicios ante las conservas, no todos los alimentos enlatados en los estantes son tan pecaminosos; muy al contrario, buena parte de los productos embotados tienen un alto nivel nutricional. Pongamos por caso las conservas de pescados y mariscos. Son versátiles, convenientes, baratas y saludables. Vamos, se les puede catalogar como las superheroínas de tu despensa. Contienen altos niveles de valiosos ácidos grasos omega-3, que son importantes para su salud y bienestar general.
Las conservas “nunca ponen ni una mala cara, ni un mal gesto, nada de nada; porque ellas son así, prácticas, amigables, pacientes y siempre dispuestas a echar una mano cuando las necesitas”. Falsarius Chef dixit.
La gastronomía a partir de una lata es una realidad aceptada y exitosa; y aquí tienes una buena prueba. Lo que puede dar de si unos sencillos lomos de anchoa. Los italianos llevan años haciéndolo y no parece que su nutrición y su cocina sea un caos.
Receta de tagliolini con anchoas a la Costiera
Ingredientes:
- Tagliolini
- 1 diente de ajo laminado
- 2 tomates cherry cortados en gajos
- 5 ó 6 lomos de anchoas
- Hojas de rúcula
- Almendras picadas
- Una copita de vino blanco
- Un poco de caldo de pescado
- Perejil
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva
Sofreir los ajos y los tomates.
Añadir las anchoas y aplastarlas ayudados de una cuchara
Agregar las almendras. Añadir el vino blanco y cocinar hasta que reduzca un poco. Para después añadir el perejil picado y el caldo de pescado
Trocear las hojas de rúcula y agregarlas. Dejar cocinar alrededor de 1 minuto.
Añadir la pasta previamente cocida y saltear, incorporando un poco más de perejil.
Emplatar decorando con unas hojas de rúcula y almendra picada.
Te van a faltar dedos que chupar.