Decía Manuel Vázquez Montalbán que las berenjenas era el único producto mediterráneo realmente uniformador, presente en todas las “culturas culinarias de Siria a Murcia, de Viareggio a Túnez” y no le faltaba razón.
Aunque habrá opiniones para todos los gustos, si tuviéramos que nombrar la verdura más interesante, con toda probabilidad sería la berenjena. En muchos aspectos. Es uno de las más guapas; tiene uno de los sabores más agradables y curiosos y sin duda es una de las más versátiles, ya que se puede rellenar, hornear, freír y tostar, por enumerar algunos de sus usos. Si uno se viera obligado a seguir una dieta sin carne, la berenjena estaría entre los sustitutos más selectos debido a su textura y su sabor.
Es verdaderamente cierto que la berenjenas no disfruta de un atractivo universal, excepto en el Medio Oriente y toda la cuenca mediterránea, y sin embargo, hay al menos un plato conocido y tradicional en casi todos los países en los que juega un papel importante. En Francia, sería ratatouille; en Italia berenjena a la parmesana o la caponata; en Rusia caviar de berenjena, la moussaka en Grecias; el baba ganush en los países árabes y un aperitivo poco común, rebanadas de berenjena que se asan a la parrilla, se rellenan con queso, se bañan en una salsa de tomate y luego se hornean, aunque este último la memoría me impide situarlo en el mapa.
La berenjena es baja en grasas, carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales. Sin embargo, es una buena fuente de importantes antioxidantes y fitonutrientes. Dado que su textura esponjosa absorbe fácilmente cualquier cosa con la que se cocine, puedes aprovechar la atractiva textura carnosa y agregar nutrientes de otras fuentes.
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A la hora de comprar berenjenas
La mayoría de las berenjenas que se ven en las tiendas tienen una piel morada en diferentes formas y tamaños, algunas son delgadas y colgantes y otras, redondas u ovaladas. Algunas son todas blancas y otras tienen hermosas rayas moradas y blancas.
Aunque parecen resistentes, las berenjenas no se mantienen en su punto máximo mucho más tiempo que los tomates. Primero comprueba que el cáliz verde (la cáscara que corona el extremo del tallo) sea de color verde brillante y no tenga manchas marrones hundidas. Entonces, la forma más fiable de confirmar la frescura es presionar la piel con el pulgar. Si no puedes hacer una muesca, se recogió sin madurar y nunca mejorará.
Si puedes hacer una muesca que salte rápidamente hacia atrás, esta es para llevar a casa. Si la muesca no vuelve a aparecer, está demasiado madura o se está echando a perder.
Bien es cierto que este tipo de manipulaciones con el producto no son recomendables, por mucha confianza que tengas con tu frutero. Así que, lo mejor es que confíes en su buen criterio u optar por otros métodos de comprobación; por ejemplo sopesar los frutos, aunque sea más difícil de describir, pero más fácil de hacer. Pesado (para su tamaño) está poco maduro, mientras que ligero (para su tamaño) es demasiado maduro. Ambos tienden a ser demasiado amargos.
Para su conservación, guarda las berenjenas sin envolver en un lugar fresco y cocínalas lo antes posible.
Berenjenas en cocina
En Sicilia manda el mar y la huerta…, y en otros tiempos la Mafia; pero sobre todo la huerta. La cocina siciliana, suma de todas las culturas gastronómicas que dominaron su territorio, rinde culto a las berenjenas. A través de muchas recetas, pero especialmente en su Caponata di Melanzane. Un plato rico en colores, aromas, texturas…, pero sobre todo en sabor, con una mezcla de ingredientes y aromas en la que las berenjenas siguen manteniendo el papel de absolutas protagonistas.
¿Te apuntas?
Receta de caponata siciliana
Ingredientes (4 personas)
- 500 gr de berenjenas
- 150 gr de tomates cherry
- 100 gr de cebolla
- 100 gr de apio
- 4 cucharadas de puré de tomate
- 80 gr de aceitunas verdes (sin hueso)
- 1 cucharada de alcaparras
- Aceite de oliva virgen extra
- Albahaca
- 1 cucharada grande de azúcar
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
- Sal
- 50 gr de piñones previamente tostados
- Aceite para freír al gusto
Preparación
Primero limpiar las verduras, cortar las berenjenas, el apio y los tomates cherry en dados si son muy grandes, si son pequeños solo los partimos por la mitad.
En una sartén grande, sofreír las berenjenas en abundante aceite durante 3 ó 4 minutos, el tiempo justo para que se doren. Escurrir bien y dejar reposar.
En otra sartén echar la cebolla picada finamente junto con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Freír durante 2 minutos. Agregar el puré de tomate, deja cocinar por 1 minuto, agregar el apio picado.
A continuación, añadir las aceitunas previamente deshuesadas, las alcaparras y los tomates cherry. Cocinar durante 3 minutos a fuego lento.
Añadir las berenjenas fritas y un puñado de albahaca. Cocinar 2 minutos.
Por último añadimos la cucharada de azúcar, el vinagre y cocinar a fuego fuerte, completamos con la sal y en su caso con los piñones, previamente tostados en una sartén durante unos minutos.
¡Tu Caponata “veramente” siciliana está lista!
Consejo
Conserva en la nevera durante 1 semana en un envase bien cerrado. Puedes congelarlo de forma segura durante el invierno en porciones individuales, e ir utilizando a medida de tus necesidades.